7.22.2006

Lo que todos deseamos antes de morir

No le importó nacer en un tren que abandonaba Siberia. Tampoco le importó haber estudiado en una escuela mediocre de ballet hasta los 17 años. Rudolf Nureyev estaba destinado a convertirse bailarín más destacado de la historia. Tampoco le bastó una vida de ininterrumpidos éxitos al rededor del orbe (con excepción de Rusia, la cual jamás volvió a pisar), ni el alternar con las mejores bailarinas, orquestas, conductores y solistas del mundo. Tenía que hacer esto antes de morir... espero que lo resistan.

No hay comentarios.:

 
Elegant de BlogMundi