La Huasteca está de luto, se murió su huapanguero...

El rey del falsete, como fue conocido Miguel Aceves Mejía, fue más que un cantante peculiar que representaba la personalidad del charro mexicano. Fue quién el lunes pasado cerró para siempre la puerta de una generación que construyó la época de oro del cine mexicano. Esa que hizo que el resto del mundo nos imaginara caminando por las calles con sombrero y pistola al cinto. Ese casi realismo mágico de serenatas y trajes deslumbrantes, de zarapes de lana pixelada en colores tan vibrantes que iluminaban la noche. El último gallo que piso el palenque de las grandes voces. Quizá poco conocido fuera de México. Nos deja llenos de recuerdos de nuestros padres viendo películas en blanco y negro, que aún repiten los domingos en horarios imposibles. Un cachito menos del México que se diluye entre una globalización de caricatura y un amanecer de crudas realidades.